a bailar
Nada más llegar al campamento nos dieron muchísimas ganas de ponernos a bailar y olvidarnos del mundo,
pero no lo hicimos porque había un monitor esperandonos, se llamaba Andrés y debía tener unos 16 años,
nos llevó a una cabaña y dijo que durante los dos meses que íbamos a estar allí sería nuestra casa.
También nos advirtió que no podiamos hacer ruido pasada la medianoche y que la ropa que nos íbamos a poner
para las audiciones se guardaría bajo llave en el auditorio.
pero no lo hicimos porque había un monitor esperandonos, se llamaba Andrés y debía tener unos 16 años,
nos llevó a una cabaña y dijo que durante los dos meses que íbamos a estar allí sería nuestra casa.
También nos advirtió que no podiamos hacer ruido pasada la medianoche y que la ropa que nos íbamos a poner
para las audiciones se guardaría bajo llave en el auditorio.
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